Preguntas de los católicos

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Más preguntas...y respuestas

¿Qué hay con todos los diferentes dioses de las escrituras hebreas?

Por: Alice L. Camille 🕔 Saturday 01, September 2012 Categorías: Scripture,Doctrines & Beliefs

Sobre el politeísmo en la Biblia puedo decir lo siguiente: ahí está. La adoración de muchas divinidades conduce al conflicto central de los profetas: ¿Cuál Dios es el Dios de Israel? Sólo porque Abraham abandonó el politeísmo de sus ancestros por una alianza radical con el Dios YHWH no significa que él, o sus herederos, dejaran de creer en la existencia de otras deidades. Ellos simplemente eligieron echar su suerte con el Dios de las muchas promesas: tierra, descendientes y futuro. YHWH sería su Dios, y ellos serían su gente.

Blake
EL ANCIANO DE los días, de William Blake.

Se usan muchos nombres para Dios en la Biblia hebrea. YHWH (se pronuncia Yavé) es el nombre que les fue dado a Abraham y Moisés para identificar a Dios. Dios también es llamado El, una palabra semítica común (entre israelitas, árabes, antiguos acadios y otros más) que designa a seres divinos, desde el genérico el hasta el nombre propio El, padre de todos los dioses de Canaán. El se menciona 286 veces en el Antiguo Testamento; cuando se usa para referirse al Dios de Israel, generalmente se le añade otro término: por ejemplo, El Bethel, el Dios revelado a Jacobo en Betel. Shaddai, el todopoderoso “Dios de la montaña”, es un nombre aún más antiguo para Dios que se usa en poemas de los libros del Génesis, Números, Job, algunos salmos y Ezequiel. Que este Dios de Israel se identificara con el Monte Sinaí no debe sorprendernos dada la crucial importancia de la alianza con Moisés.

Dios tiene muchos nombres en las Escrituras, pero ¿Israel adoraba a más de un Dios? Para su vergüenza, sí, si la profecía y los libros de Samuel y Reyes van a tomarse con seriedad. La adoración a Baal es el flagelo de los profetas, y Jeremías afirma que las mujeres de Jerusalén seguían a la “Reina de los cielos”, de modo que las diosas también estaban por ahí. El libro de Deuteronomio previene contra la adoración del sol -y la luna- practicada por los amorreos y los fenicios, y el rey Josías tuvo que terminar con los sacrificios a las deidades celestiales en 2 Reyes 23.

Eruditos de la historia bíblica de la creación la han visto como una sistemática subyugación de otros dioses: la creencia persa en la luz no creada (Día 1); Baal, quien trae la lluvia y las cosas que crecen (Días 2 y 3); todos los seres celestiales incluyendo a Ra, el dios sol egipcio (Día 4); los primitivos monstruos marinos de la mitología mesopotámica (Día 5), y la humanidad, cuyo propósito es compartir dignamente el cuidado de la creación con Dios, más que soportar el yugo de los dioses, como en las historias de otras deidades (Día 6). La mayoría de las antiguas historias de creaciones hablan sobre el descanso divino, pero solamente en la historia de Israel la humanidad es invitada a compartirlo por medio de la institución del Sabbat (Día 7). Se podría argüir que no habría sido necesario escribir nada de esto si no hubiera existido una significativa atracción hacia el politeísmo en el antiguo Israel.

Escrituras
Génesis 1:1-2:4; Josué 24:1-24; YHWH: Éxodo 3:4-15; Shaddai: Génesis 17:1; 28:3; 35:11; 43:14; 48:3; 49:25; Éxodo 6:3; Números 24:4, 16; Salmos 68:15; 91:1-2; Ezequiel 1:24; 10:5

Libros
The Collegeville Pastoral Dictionary of Biblical Theology ed. by Carroll Stuhlmueller, C.P. (Liturgical Press, 1996): entries on “God,” pp. 383-386; “El/Elohim,” pp. 243-244; “Yahweh,” p. 1111-1114; “Names,” pp. 665-667
The Names of God in Judaism, Christianity, and Islam: A Basis for Interfaith Dialogue by Máire Byrne (Continuum, 2011)


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¿Hay cabida para el disentimiento en la iglesia?

Por: Alice L. Camille 🕔 Wednesday 22, August 2012 Categorías: Church History,Doctrines & Beliefs

La palabra disentimiento se comprende y asume mejor en el contexto de otros importantes conceptos: autoridad, tradición, obediencia, y el sentido de los fieles. No puedo hacer la debida justicia a estos temas aquí, pero para un mayor tratamiento del término autoridad pueden ver mi artículo en la Guía de Discernimiento de Vocación de la Religión Católica VISIÓN 2013.

Primero, una afirmación de disentimiento por parte de Karol Wojtyla, quien después sería el papa Juan Pablo II, en La persona actuante: “La estructura de una comunidad humana es correcta únicamente si admite no sólo la presencia de una justificada oposición, sino también la eficacia práctica de esa oposición requerida para el bien común.” El punto sensible aquí es que la iglesia no es solamente una comunidad humana sino también un cuerpo místico. Aquello que es mortal en la iglesia debe respetar y enfrentar una oposición justificada. Lo que nos lleva al meollo del asunto: ¿Quién decide qué es lo justificado?

Congar
YVES CONGAR, O.P. (1904-1995)

Me gustaría sugerir dos factores determinantes: el magisterio y el cuerpo místico. El magisterio -el cuerpo colegiado de la iglesia- está compuesto en cada generación por personas específicas quienes, a través de la sucesión apostólica y el poder del Espíritu Santo, han alcanzado el sitial del discernimiento: el papa, la curia –las oficinas vaticanas que ayudan al papa a gobernar la iglesia– el Colegio cardenalicio y las conferencias episcopales. Ellos escriben los documentos que promulgan la enseñanza obligatoria para toda la iglesia.

El cuerpo místico de Cristo es un conjunto mucho más amplio. Está constituido por los fieles a quienes también les fue encomendado el Espíritu Santo. Este Espíritu puede elaborar, de la totalidad del cuerpo, un sentido de los fieles (sensus fidelium) que genera un cambio radical en la comprensión de la iglesia, como pasó en Pentecostés con sus primeros asistentes. En general, el magisterio y el sensus fidelium se confirman uno al otro, como en los Hechos de los Apóstoles: “La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma” (4:32). A veces también están en desacuerdo, como cuando San Pablo determinó que los gentiles no deberían llegar al Cristianismo por medio del Judaísmo (Hechos 15 y Gálatas 2:11 y siguientes).

San Pablo es el vivo ejemplo de disentimiento en la iglesia. Él fue a Jerusalén a discutir su caso y a conseguir un fallo por parte de San Santiago, San Pedro y los ancianos. Más tarde, literalmente se enfrentó a Pedro en Antioquía, pero no rompió su relación con la iglesia, lo cual fue lo más importante. Todos los grandes que disintieron después de él –Santo Tomás de Aquino, Santa Catarina de Siena, el cardenal John Henry Newman, el gran teólogo dominicano Yves Congar, la hermana australiana Mary MacKillop, entre otros—permanecieron a la par con el magisterio, para finalmente terminar impulsándolo.

Escrituras
Hechos de los Apóstoles 2:1-4, 42-47; 4:32-35; 9:31; 15:1-29, 36-39; Gálatas 2:11-14

Libros
Faithful Dissenters: Stories of Men and Women Who Loved and Changed the Church by Robert McClory (Orbis Books, 2000)
Creative Fidelity: American Catholic Intellectual Traditions ed. by R. Scott Appleby, Patricia Byrne, and William L. Portier (Orbis Books, 2004)
Creative Fidelity: Weighing and Interpreting Documents of the Magisterium by Francis A. Sullivan (Paulist Press, 1996)

En línea
Documents of the pope and the Vatican curia
Documents of church councils


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¿Creen los católicos en la evolución?

Por: Alice L. Camille 🕔 Wednesday 15, August 2012 Categorías: Scripture,Doctrines & Beliefs

“No” es una respuesta incorrecta, aunque “sí” una respuesta demasiado corta. Lo que los católicos creen es una cuestión de creencia y doctrina. La iglesia enseña como doctrina que Dios es el Creador, pero el cómo de la creación no está determinado de manera doctrinal. La iglesia no sostiene la evolución como asunto de fe, del tipo de créelo, o camina por la plancha. Las enseñanzas católicas conceden que Dios pudo haber escogido crear al mundo a través del proceso de la evolución. Nosotros creemos que la verdad tiene integridad; no puede haber contradicción entre la verdad científica y la verdad religiosa. La teología y la ciencia no están compitiendo, más bien son complementarias en la aventura del entendimiento. Así que si una cosa es cierta, entonces es cierta naturalmente para las personas de fe.

Darwin
CHARLES DARWIN (1809-1882) publicó
El origen de las especies por medio
de la selección natural
en 1859.

La iglesia es más enfática en cuestiones de creacionismo. Esta posición clama que la evolución es completamente incompatible con la creación divina tal y como se la describe en el Génesis. El creacionismo científico, una variante, va más allá al decir que la verdad bíblica es la única ciencia aceptable para los cristianos. El teólogo católico John Haught responde que esta posición no solamente despoja a la ciencia de su legitimidad, sino que tales ideas banalizan a la Biblia al reducirla a una lección de biología.

La opinión de la iglesia sobre la evolución ha tenido su propia evolución. En 1950 el papa Pío XII afirmó que la evolución no contradice a la fe mientras no se cuestione la inmediata creación del alma por Dios. El papa Juan Pablo II mostró similar cautela acerca de la consideración del alma como un “simple epifenómeno” de la materia viviente –como resultado del cuerpo físico, y no de algo sobrenatural e infundido en el cuerpo por Dios.

El papa Benedicto XVI no dudó. Antes de su papado en 2004, declaró: “Aunque hay poco consenso entre los científicos sobre cómo explicar el origen de la primera vida microscópica, existe un acuerdo general entre ellos sobre el hecho de que el primer organismo vivió en este planeta hace aproximadamente 3.5-4 mil millones de años. Como se ha demostrado que todos los organismos en la tierra están genéticamente relacionados, es virtualmente cierto que todos los organismos vivos descienden de este primer organismo. Evidencia coincidente de múltiples estudios en las ciencias físicas y biológicas aportan y sustentan una teoría que da cuenta del desarrollo y diversificación de la vida en la tierra, mientras que continua la controversia sobre los mecanismos y los pasos de la evolución”. En 2009 el papa también afirmó que Dios estaba “no solamente involucrado en los orígenes del universo, sino que continuamente preserva el desarrollo de la vida y del mundo” y “es la causa de cada ser y de todo devenir”.

Escrituras
• Génesis caps. 1-2; Proverbios 8:22-36; Sabiduría 7:17-22; Juan 1:1-5; Hechos 17:24-28; 1 Timoteo 4:4-5; 2 Timoteo 3:16-17; Hebreos 11:3

En línea
“Evolution and God: Darwin and Theology 150 years after The Origin of the Species by Aloysious Mowe, S.J., Woodstock Report, June 2009

Libros
Making Sense of Evolution: Darwin, God, and the Drama of Life by John F. Haught (Westminster John Knox Press, 2010)
Christianity in Evolution: An Exploration by Jack Mahoney (Georgetown University Press, 2011)

Conferencia
• Theologian and biological scientist Dr. Celia Deane-Drummond of the University of Notre Dame will deliver the 2012 Albertus Magnus Lecture on “Human Uniqueness Reconsidered: Human Evolution and the Image of God,” Thursday, November 15, 2012 at 7:00 p.m. in the Auditorium of the Priory Campus of Dominican University in River Forest, Illinois just west of Chicago. More information . . .


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¿Qué dice la Biblia acerca de Dios?

Por: 🕔 Thursday 02, August 2012 Categorías: Scripture,Doctrines & Beliefs
God of Bible

La respuesta corta a esta pregunta es: muchísimo. Hay 73 libros incluidos en la Biblia católica. Como una estimación, la palabra “Dios” aparece 3,358 veces en esos libros y la palabra “Señor” otras 7,736 veces. Así que, ¿por dónde comenzamos?

Dios quiere ser conocido por la humanidad y constantemente está tratando de llegar a nosotros para que esto se logre. Desde el paseo de Dios en el Jardín del Edén (Génesis 3:8) hasta la definitiva revelación de Dios en la persona de Jesús y la venida del Espíritu Santo, Dios está involucrado en un proceso constante de comunicación con la humanidad.

¿De qué manera podemos tener una mejor idea de cómo es Dios? La Carta a los Romanos nos ofrece un punto de partida: da un buen vistazo a la creación de Dios: “Ya que sus atributos invisibles –su poder eterno y su divinidad– se hace visibles a los ojos de la inteligencia, desde la creación del mundo, por medio de sus obras” (Romanos 1:20). Las maravillas del mundo natural nos dan indicios de las cualidades de Dios. Asegúrate de estar en contacto con la belleza de la creación de Dios pasando algún tiempo caminando por el bosque, o en un fin de semana acampando, o con una noche para contemplar el cielo nocturno.

Sobre todo, nosotros aprendemos acerca de Dios a través de Jesús porque él vivió con y como uno de nosotros. Cuando vemos el testimonio en las Escrituras, vemos que Jesús representa la plenitud de la revelación de Dios a la humanidad. Como dice en la Carta a los Hebreos: “Después de haber hablado antiguamente a nuestros padres por medio de profetas, en muchas ocasiones y de diversas maneras, ahora,…Dios nos habló por medio de su Hijo…Él es el resplandor de su gloria y la impronta de su ser.” (Hebreos 1:1-3). O como Jesús mismo explicó al apóstol Felipe: “El que me ha visto, ha visto al Padre” (Juan 14:9).

Con este ejemplo Jesús nos muestra que Dios posee y expresa las más nobles cualidades de la perfección –verdad, belleza, justicia, misericordia, gracia, bondad, compasión- en una palabra, amor. De hecho, Jesús vivió y sufrió como uno de nosotros porque, como lo dice el bien conocido versículo de Juan 3:16, “Dios amó tanto al mundo”. ¿Qué mayor amor puede haber que “dar la vida por amigos”, como lo hizo Jesús (Juan 15:13)?

También conocemos a Dios a través del don del Espíritu Santo, quien aparece en las Escrituras Hebreas comenzando con el segundo versículo del Génesis, donde el Espíritu, en la forma del “soplo de Dios” se cernía sobre las aguas. Hacia la mitad del Antiguo Testamento encontramos el ruego de los salmos, “No me arrojes lejos de tu presencia ni retires de mí tu santo espíritu” (Salmos 51:13).

El Espíritu Santo aparece en muchos pasajes del Nuevo Testamento. Jesús prometió enviarles a sus seguidores un Paráclito o Consuelo que estaría siempre con ellos (Juan 14:16), y en el “gran mandato” al final del evangelio de Mateo, uno de los ejes fundamentales de la fe cristiana en la Trinidad, Jesús dice, “Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19).

El Espíritu Santo se pone al frente en los Hechos de los Apóstoles, más notablemente en Pentecostés, cuando miembros de la temprana iglesia “quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía explicarse” (Hechos 2:4).

Mientras que la Biblia realmente nos provee de una gran variedad de testimonios de la múltiple, misteriosa y maravillosa naturaleza de Dios, en nuestra humana experiencia el conocimiento de Dios no sucede de una sola vez. Es un proceso de toda la vida que se revela a través de la lectura espiritual, la reflexión, la oración y nuestra interacción con los demás –en “fraternidad”, para usar el término religioso.

La fraternidad se da cuando nos reunimos para rendir culto, seguramente, pero también en nuestros hogares y oficinas y en nuestra diaria interacción con otros, tanto de manera casual como íntima. Cuando interactuamos con un sentido de la presencia de Dios, incluso cuando solo somos “dos o tres”, sabemos que Jesús está ahí con nosotros (Mateo 18:20).

Tal vez uno de los más significativos tratamientos para Dios de los encontrados en la Biblia es Emanuel (Isaías 7:14), que literalmente significa “Dios con nosotros”. Esta convicción, firmemente enraizada en nuestros corazones, tal vez sea todo lo que necesitemos saber sobre nuestro amado Dios.

Fuentes
• Ve a la  1a. parte, secc.1, cap. 2 del Catecismo de la Iglesia Católica, “Dios al encuentro del hombre”, para una descripción de la interacción de Dios con la humanidad.

• For children ages 4-9: Images of God for Young Children by Marie-Helene Delval, illustrated by Barbara Nascimbeni, Eerdmans, 2010


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¿Por qué decimos que “Jesús descendió a los infiernos”?

Por: Alice L. Camille 🕔 Monday 16, July 2012 Categorías: Scripture,Doctrines & Beliefs

Esta frase aparece en el menos comúnmente rezado Credo de los Apóstoles (no en el Credo de Nicea, usualmente recitado en la misa), lo cual podría explicar por qué muchos feligreses no se lo preguntan. Después de todo, las enseñanzas de la iglesia definen al infierno como el lugar de los condenados. ¿Por qué visitaría Jesús a aquellos que no pueden ser salvados?

descent into hell
ÍCONO de Jesús descendiendo a los infiernos (detalle).

La respuesta se encuentra enterrada en las Escrituras, como suele suceder. Teológicamente, infierno se deriva de las anteriores nociones de Sheol (hebreo) y de Hades (griego). Sin importar cómo lo llamemos, las antiguas ideas acerca del Más Allá no eran agradables. No había una vida después de la muerte en los antiguos tiempos finales, solamente un inframundo de incorpórea y cruda consciencia sin voluntad ni movimiento. Olvídate de todo lo que sabes acerca del Día del Juicio Final: los buenos, los malos y los aburridos supuestamente terminaban todos en el mismo sustrato espiritual de inutilidad. Los muertos eran llamados sombras, literalmente sombras de quienes fueron en vida. Incapaces de actuar o ejercer su voluntad, simplemente se corrompían y se lamentaban de sus oportunidades perdidas.

En los grandes escritos épicos de los antiguos, con frecuencia los héroes visitaban el inframundo buscando respuestas, enemigos vencidos o viejos amigos. Podían hablar con ellos, pero no podían ofrecerles ayuda. La historia de Jesús es diferente. Una maravillosa homilía para el Sábado Santo que se encuentra en el Oficio de Lectura de la Liturgia de las Horas lo dice todo: “Un gran silencio envuelve la tierra; un gran silencio y una gran soledad…porque el Rey duerme…Va a buscar a nuestro primer Padre como si éste fuera su oveja perdida. Quiere visitar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte…va a librar de sus prisiones y de sus dolores a Adán y a Eva…No te creé para que permanezcas cautivo en el abismo; levántate de entre los muertos, pues yo soy la vida de los muertos” (consulta el Catecismo de la Iglesia Católica, núm. 635).

La idea de que Jesús fue primero con los muertos a darles las buenas nuevas de la Resurrección no es una invención de las homilías primeras. El evangelio de Juan clama: “Les aseguro que la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan, vivirán” (5:25). Lucas aborda el tema en Hechos, y Pablo alude a él en sus cartas. La Primera Carta de Pedro dice que después de su muerte Cristo “fue a hacer su anuncio a los espíritus que estaban prisioneros, a los que se resistieron a creer”, “porque la Buena Noticia ha sido anunciada a los muertos”. (3:18-19; 4:6). Así que esto responde la pregunta: Jesús fue primero con los muertos para llevarles las buenas nuevas a aquellos que las necesitaban más.

Escrituras
• Salmos 6:6; 88:2-13; Mateo 12:40; Juan 5:25; Hechos 2:24-31; Romanos 8:11; 10:7; 1 Corintios 15:20; Filipenses 2:10; Efesios 4:9; Hebreos 2:14-15; 13:20; 1 Pedro 3:18-19; 4:6; Apocalipsis 1:18

Libros
Death and Afterlife: A Theological Introduction by Terrence Nichols (Brazos Press, 2010)
Shades of Sheol: Death and Afterlife in the Old Testament by Philip S. Johnston (IVP Academic, 2002)


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¿Por qué Dios deja que pasen cosas malas?

Por: 🕔 Wednesday 11, July 2012 Categorías: Doctrines & Beliefs
God

Ésta es una de esas preguntas tan antiguas como la humanidad: ¿Cómo es posible que un Dios bueno y todopoderoso haya permitido que el mal y el pecado vinieran al mundo, y que además continúe tolerándolos?

Si miramos al mundo, la acusación parece bastante fuerte. La raza humana parece no poder liberase de su adicción a la violencia para resolver sus conflictos. No encuentra la manera para compartir sus considerables recursos de modo que todos tengan lo suficiente. Parece empeñada en la destrucción del planeta del cual depende su propia existencia. No cuida de manera apropiada a muchos de sus niños. La ignorancia, el egoísmo, la maldad y la falta de honradez son cosas de cada día; una persona haciendo algo bueno por otra es toda una noticia.

Además de todo, las cosas no parecen haber cambiado mucho. En los primeros tiempos de la iglesia, un movimiento cristiano llamado Gnosticismo vio todo el mal existente alrededor y concluyó que la creación era justamente eso –mala- y que el Dios que habían aprendido a considerar como el creador del mundo no podía ser realmente Dios, dados los resultados. Tenía que haber otro Dios, uno verdadero.

Los primeros padres de la iglesia, como San Ireneo y San Agustín, reconocieron que retar la creencia más básica de todas –acerca de Dios– amenazaba a la fe entera sobre la cual se basaba dicha creencia, así que estos grandes teólogos pasaron mucho tiempo refutando creencias de tipo gnósticas. Sin embargo, se dieron cuenta de que tenían que encontrar su propia explicación de cómo el mal y el pecado habían llegado al mundo, y de cómo Dios les permitió –y continua permitiéndoles– existir.

El argumento fue como éste: cuando Dios crea algo, por necesidad este algo queda fuera de Dios, lo que significa que el poder y gracia perfectos de Dios no se trasladan a lo que es creado, resultando así algo imperfecto, con límites y defectos. Como muchos de sus contemporáneos de fe, Agustín recurrió a la historia bíblica de la caída de la humanidad y sugirió que el defecto que causó que Adán y Eva desobedecieran la única regla que Dios les había puesto era la soberbia. La soberbia es una especie de voluntariedad; te da la impresión de que puedes existir por ti mismo, sin ninguna referencia a Dios.

Adam

Toda esta teología puede ser un frío consuelo en respuesta a la muerte, la enfermedad, los accidentes, los daños, la traición, la crueldad y otras cosas malas, pero las “buenas nuevas” –literalmente–, es que durante todos los tiempos Dios ha revelado que su divina intención es devolver la armonía a su amada creación. El regalo del único Hijo de Dios ha sido la más grande demostración de esta oferta de amor. Este Hijo fue, él mismo, víctima del mal y del pecado, y aún así, Dios fue capaz de extraer el supremo bien de la salvación y de la vida eterna inclusive de ese inconmensurable mal evento.

El pecado te aleja de Dios y de los demás, y si bien es cierto que la posibilidad del pecado puede ser inevitable en este mundo creado, siempre es posible elegir cambiar, de estar enfocado en uno mismo, a enfocarse en los demás.

En línea
• The Catechism of the Catholic Church has an excellent discussion of creation, nos. 268-314
• See also Pope John Paul II’s talk “Created Things Have a Legitimate Autonomy”
• For Irenaeus’ discussion of these issues, see Book 4, Chapter 38 of his Against Heresies
• For Augustine, see Chapters 1-5 of Book 14 of his City of God


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¿Está bien usar pan "real" para la misa?

Por: Alice L. Camille 🕔 Monday 02, July 2012 Categorías: Doctrines & Beliefs

Si por real te refieres al tipo de pan que consigues en el supermercado, la respuesta corta es no. Primero, aquí está la regla, que aparece en las directivas de la instrucción vaticana del 2004 (Redemptionis Sacramentum, núm. 48):

“El pan que se emplea en el santo Sacrificio de la Eucaristía debe ser ázimo, de sólo trigo y hecho recientemente, para que no haya ningún peligro de que se corrompa. Por consiguiente, no puede constituir la materia válida, para la realización del Sacrificio y del Sacramento eucarístico, el pan elaborado con otras sustancias, aunque sean cereales, ni aquél que lleva mezcla de una sustancia diversa del trigo, en tal cantidad que, según la valoración común, no se puede llamar pan de trigo. Es un abuso grave introducir, en la fabricación del pan de la Eucaristía, otras sustancias como frutas, azúcar o miel. Es claro que las hostias deben ser preparadas por personas que no sólo se distingan por su honestidad, sino que además sean expertas en la elaboración y dispongan de los instrumentos adecuados”.

La Ley Canónica (canon 924) y la Instrucción General del Misal Romano (núm. 319-321) afirman esta práctica. La IGMR añade: “La naturaleza del signo exige que la materia de la celebración eucarística aparezca verdaderamente como alimento. Conviene, pues, que el pan eucarístico, aunque sea ázimo y elaborado en la forma tradicional, se haga de tal forma, que el sacerdote en la Misa celebrada con pueblo, pueda realmente partir la Hostia en varias partes y distribuirlas, por lo menos a algunos fieles. Sin embargo, de ningún modo se excluyen las hostias pequeñas, cuando lo exija el número de los que van a recibir la Sagrada Comunión y otras razones pastorales”.

De acuerdo con la Enciclopedia Católica, no sabemos qué usaban los apóstoles. Es posible que hayan preferido el pan ázimo (sin levadura) usado para las celebraciones de Pascua, por lo que las iglesias del Occidente solían hacerlo así. Las iglesias del Este preferían el pan fermentado (con levadura), como lo usan hoy todavía. En los inicios, el pan y el vino eran aportados por los fieles; cada uno contribuía con su porción. Así que seguramente los tipos y texturas variaban. Conforme creció la reverencia por la Eucaristía, se fueron preparando panes especiales para el altar, redondeados y estampados con emblemas religiosos. Estas “hostias” eran más pequeñas y delgadas, similares a las conocidas obleas que recibimos en la actualidad.

Escrituras
Éxodo 12:8, 15-20; 13:3, 6-7; 29:2; Levítico 23:4-8; Deuteronomio 16:3-8; Mateo 26:17; Marcos 14:12; Lucas 22:7-8; 1 Corintios 5:6-8

Libros
The Breaking of the Bread: The Development of the Eucharist According to the Acts of the Apostles by Eugene LaVerdiere, S.S.S. (Liturgy Training Publications, 2007)


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¿Qué es la Sabiduría?

Por: Alice L. Camille 🕔 Friday 22, June 2012 Categorías: Scripture,Doctrines & Beliefs
Wisdom
ÍCONO de Sofía, la Sabiduría de Dios, de Kiev.

En la Biblia, Sabiduría se refiere de forma diversa a una sabia toma de decisiones, a sabias enseñanzas, a un conjunto de textos, a un libro en particular, a una mujer notoria, o a la persona de Jesús. Pero comencemos desde el principio. La sabiduría se presenta originalmente como un atributo divino: un aspecto de Dios para ser imitado por aquellos creados a semejanza de Dios. Al igual que con otras características divinas –amor, justicia, misericordia, verdad-, Dios desea compartir la sabiduría con nosotros. Salomón hace bien al rezar por ella. El Espíritu Santo imparte siete dones a aquellos plenamente iniciados en la iglesia; la sabiduría es el primero en la lista, seguido por el entendimiento, la ciencia, el consejo, la fortaleza, la piedad y el temor de Dios. La sabiduría es la gracia que encabeza la lista para ayudar a la práctica de las otras virtudes.

La Biblia explora este importante aspecto en diferentes formas. En hebreo, la palabra se refiere a instrucciones prácticas de cómo vivir: cómo llevar tu casa y negocios, cómo venerar, y cómo tratar con tu vecino. Estas sabias enseñanzas con frecuencia se presentan como dichos de dos líneas fáciles de recordar, como proverbios. Pueden indicarte qué hacer, en términos positivos; qué no hacer, en términos negativos, o contrastar las acciones de un tonto con uno que es sabio.

Cinco libros del Antiguo Testamento tratan básicamente con esta clase de instrucción: Proverbios, Job, Eclesiastés, Eclesiástico (o Ben Sira) y Sabiduría de Salomón. Son llamados “libros sapiensales”, o tradición sapiensal, por una escuela de enseñanza muy popular en el Medio Oriente, en los cinco siglos antes del tiempo de Jesús. Son de una época cuando la comunidad judía se encontraba dispersa más allá de Israel y fuertemente influenciada por ideas griegas. Mucha literatura sapiensal fue escrita en griego, utilizando la palabra sophia para “sabiduría”. Es fácil darse cuenta de cómo sophia se personificaba como la Dama Sabiduría, una mujer que valía la pena conquistar. Como los estudiantes de la escuela de la sabiduría eran hombres jóvenes, el cortejo era una atractiva metáfora para alcanzar la sabiduría.

Como atributo divino, la Sabiduría estuvo involucrada en la creación del mundo y fue un principio activo en su diseño, tal como se describe en Proverbios 8. El evangelio de Juan define otra presencia en ese evento: la preexistente Palabra de Dios, la cual ligó a Jesús con la Sabiduría. San Pablo identifica enfáticamente a Cristo como la sabiduría de Dios; la sabiduría que Dios compartía a través de mensajes y otros medios es ahora una Palabra encarnada.

Escrituras
Job 28:12-28; Proverbios 1:20-33; ch. 8; 9:1-6; Sabiduría caps. 7, 8, y 9; Eclesiástico cap. 24; Isaías 11:2-3; Juan 1:1-18; 1 Corintios 1:18-31; Colosenses 1:15-20

Libros
From Earth’s Creation to John’s Revelation: The INTERFACES Biblical Storyline Companion by Barbara Green, O.P., Carleen Mandolfo, and Catherine M. Murphy (Liturgical Press, 2003)
Wisdom’s Many Faces by R. Charles Hill (Liturgical Press, 1996)

En línea
Wisdom Christianity from The Bede Griffiths Trust


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¿Hay un “momento correcto” para ser llamado(a) por Dios?

Por: 🕔 Tuesday 12, June 2012 Categorías:

hay un momento correcto para ser llamado(a) por Dios, y ese momento es ¡justo ahora! Puede parecer que los planetas debieran alinearse, o que debiera haber un coro de ángeles como fondo, pero de hecho no hay mejor tiempo que el presente. Sin importar quién seas, en dónde has estado o hacia dónde vayas, Dios te llama en este justo momento. Hay grandes historias en las Escrituras de personas que son llamadas en momentos ordinarios y en momentos extraordinarios –una propuesta absurda  (Génesis 18:1-15, 21:1-7), una fiesta  (Juan 2:1-11), un viaje  (Hechos 9:3-6), y muchos otros.

¿Qué significa ser llamado(a) por Dios? Significa que Dios desea conectarse personalmente con cada uno de nosotros, y que nuestra vida entera sea una respuesta a Dios. Nos comprometemos a una relación de vida con personas, familia o comunidad. Buscamos educarnos para prepararnos y poder dar cierta forma de servicio al mundo. Construimos una carrera usando los dones y talentos que nos han sido dados. Es de esas formas y otras como damos nuestra vida a Dios.

Hay también otras tareas más pequeñas, pero no por eso menos significativas, que hacemos día a día en respuesta al llamado de Dios: una palabra amable para un colega estresado, una oportunidad para disfrutar la lluvia, un esfuerzo extra para convertir un proyecto bueno en uno mejor.

La clave es estar abierto(a) a la invitación de Dios para conectarse con Él aquí y ahora. De esta manera nos abrimos a pensar, sentir y actuar desde un lugar con gracia divina. Puede resultar útil contar con un amigo o mentor espiritual con quien puedas hablar acerca del llamado (da click aquí para saber más sobre dirección espiritual) y también leer las historias de cómo otros han sido llamados –asegúrate de leer las historias en las Escrituras y relatos acerca de santos.


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¿Cómo puedo comprender a la Santa Trinidad?

Por: Alice L. Camille 🕔 Thursday 31, May 2012 Categorías: Doctrines & Beliefs
Trinity

Tan bien como cualquiera puede. La Trinidad es el misterio fundamental de la Cristiandad. ¡Y como tal, un completo entendimiento está más allá de nuestra comprensión! Eso no significa que sea inútil tratar de concebir la naturaleza de Dios. Solamente significa que debemos abordar la cuestión con gran humildad cuando lo hagamos.

Considera la Trinidad como la manera específicamente cristiana de hablar acerca de Dios. Cuando nos encontremos cara a cara con Dios en la eternidad, tal vez no sea la mejor palabra para describir el encuentro, pero por ahora tendrá que bastar. En el centro de nuestra fe se encuentra esta doctrina: creemos que somos rescatados de la muerte y el pecado por Dios a través de Cristo por el poder del Espíritu Santo. Como lo dijo Catherine Mowry Lacugna, “Dios, Cristo y el Espíritu Santo son igualmente responsables por nuestra salvación”, y cada uno es divino.

La religión de Israel habla muy enfáticamente de Dios como “Uno” y no “múltiples”. El monoteísmo fue una valiosa contribución judía al pensamiento de las religiones del Cercano Oriente, y el Cristianismo no contradice ni refuta su significado. Aún así, en la Escritura hebrea Dios es conocido de formas diversas y representado como Espíritu (en el aliento de la creación), Palabra (en ley y profecía), Presencia (en el Tabernáculo durante los años del Éxodo), y Sabiduría (en los libros sapiensales). Esto no divide la naturaleza divina sino apenas para darnos a los pobres mortales una manera de hablar sobre el Infinito sin que nos duela la cabeza.

En la persona de Jesús, la humanidad encuentra a Dios en una manera tan intelectualmente innovadora como cuando Moisés trabó una relación con Dios en el Monte Sinaí, o los profetas recibieron oráculos y revelaciones. Tanto en la Encarnación como en Pentecostés, la recepción del Espíritu cambió la forma en que habíamos conocido a Dios desde siempre. No es de sorprender que hacia el siglo 4 emergieran doctrinas acerca de la Trinidad luchando contra otras ideas que ahora llamamos herejías las cuales intentaban otorgar a Jesús algo menos que una completa participación en la divinidad.

En 1442, el Concilio de Florencia afirmó a Dios Padre como “Ingénito” (que no proviene de ninguna fuente y no tiene principio), al Hijo como “Unigénito” pero no hecho, y al Espíritu Santo como “procedente” del Padre y del Hijo (siendo enviado por y enraizado en ambos). La relación interior de la Trinidad es tal que no podemos hablar en verdad de realidades separadas, así como yo no puedo hablar de mi madre, de la esposa de mi padre y de la mujer que ella es en sí misma como si fueran tres personas. Quien Dios es para los cristianos, es la Trinidad. Quien Dios es para Dios, es todavía un misterio.

Escrituras
Deuteronomio 5:6-10; 6:4; Mateo 3:16-17; 28:19Romanos 8:14-16; 2 Corintios 13:13; Gálatas 4:6; Efesios 1:3-14

Libros

God for Us: The Trinity and Christian Life by Catherine M. Lacugna (HarperOne, 1993)
The Trinity (Kindle edition) by Anne Hunt (Liturgical Press, 2010)

En línea
“What on Earth is the Trinity? The Trinity in Everyday Life” by Jeremy Ive


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¿Por qué existen dos Credos?

Por: Alice L. Camille 🕔 Wednesday 23, May 2012 Categorías: Church History,Doctrines & Beliefs,Liturgy
Creed

En realidad, hay más de dos. Pero en la práctica de la liturgia común apelamos a dos: el Credo de los Apóstoles y el Credo de Nicea. Son profesiones de fe provenientes del latín credo, “yo creo”. Un credo es una afirmación autorizada de creencia religiosa formulada para la iniciación y otros ritos. Ofrece una concisa expresión de lo que el creyente sostiene como verdadero, en comunión con el conjunto completo de los fieles.

El credo cristiano tomó muchas formas durante la iglesia del primer siglo. La más simple es la frase confesional de San Pedro, “Tú eres el Mesías”, en respuesta a la pregunta de Jesús: “¿Quién dicen que soy yo?” (Mateo 16:16, Marcos 8:29). Pedro repitió su respuesta en las calles durante Pentecostés. San Pablo también usa una fórmula de dos partes para profesar lealtad hacia Dios y su Hijo. La confesión trinitaria evoluciona posteriormente y es difícil de hallar en el Nuevo Testamento. Aparece al final del Evangelio de Mateo: “Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.

Pablo ofrece un resumen de las enseñanzas que le fueron dadas a él: Cristo murió por nuestros pecados y fue resucitado al tercer día. Pablo les recuerda a los corintios sobre “la Buena Noticia que yo les he predicado, que ustedes han recibido” (1 Corintios 15:1). Se le conoce como el kerigma o la “proclamación”, el cual la iglesia recita como “el misterio de la fe”. Cristo ha muerto, Cristo ha resucitado, Cristo regresará.

Padres de la Iglesia, como Ignacio e Ireneo en el siglo segundo, desarrollaron expresiones más completas llamadas reglas de fe. Hipólito presentó un interrogatorio, un credo con formato de preguntas y respuestas similar al que la iglesia utiliza en ocasiones durante la Pascua. Un antiguo credo romano de 150 d C. posteriormente evolucionó en el Credo de los Apóstoles, uno de los primeros de la media docena de credos ecuménicos acogidos por la iglesia. Aunque no fue escrito por los apóstoles, refleja claramente las enseñanzas de la iglesia de las primeras décadas, y San Ambrosio lo menciona por primera vez con ese nombre alrededor del año 390.

El Credo de Nicea fue otra versión ecuménica establecida en el Concilio de Constantinopla (no en el de Nicea) en el año 381 d C., y hacia el siglo 6 se había convertido en el estándar en los bautizos. Cuando los reformadores del siglo 16 proveyeron sus propios credos, comenzando con la Confesión de Augsburgo en 1530, la Iglesia Romana fue respondiendo con algunos más, hasta llegar a incluir uno por el Papa Paulo VI en 1968. Como la Iglesia Católica los utiliza en la misa, los credos de los Apóstoles y el de Nicea se mantienen como la profesión de fe católica más influyente.

Escrituras
Mateo 16:16; Mateo 28:19; Acts 2:36; Romanos 1:1-4; 1 Corintios 15:1-11

Libros
The Creed: What Christians Believe and Why It Matters by Luke Timothy Johnson (Image, 2004)
The Christian Faith in the Doctrinal Documents of the Catholic Church, 7th ed., ed. by Jacques Dupuis, S.J. and Josef Neuner, S.J. (Alba House, 2001)

En línea
“Creeds and Canons” from the Internet Christian Library


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¿Cómo puedo llevar una vida cristiana en el mundo moderno?

Por: Dan Grippo 🕔 Wednesday 16, May 2012 Categorías:
Jesus Needs You

Esta es una pregunta que creyentes de cada generación se han hecho en sus vidas y han tenido que responder. Si observamos el testimonio de casi 2,000 años, encontraremos que las respuestas son muchas y variadas. Algunos creyentes han vivido su fe en el clero o en comunidades religiosas. Otros han sido misioneros, y algunos más han sido monjes o incluso ermitaños.

Sin embargo, la gran mayoría de los cristianos desde Cristo han practicado su fe en lo que podemos llamar “la vida de todos los días”, ya sea que estén casados o solteros, trabajando en un empleo, cuidando a los niños en casa, o viviendo una vida al servicio de los demás de alguna u otra manera. Los que tomamos esos caminos nos vemos retados por nuestra fe para estar “en el mundo, pero no del mundo”.

¿Qué significa esto? Las palabras de Jesús y los pasajes de los evangelios que lo describen en acción son guías intemporales, tan relevantes ahora como en el momento mismo en que sucedieron. Jesús vivió y enseñó valores y prioridades que podemos usar para guiarnos en nuestras elecciones el día de hoy. Aquí están algunos de los valores más fundamentales:

Primero lo primero y los ojos en el premio
“Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura” (Mateo 6:33). Esto es realmente lo que todo cristiano necesita recordar sobre seguir a Jesús, ahora y en cualquier época. Tenemos tanta energía y tiempo que darle al mundo, y la vida es tan corta. Si ponemos nuestras metas por encima de nuestras aspiraciones espirituales, podríamos encontrarnos con que el tiempo se nos ha terminado antes de poder llegar a ser el discípulo que siempre quisimos ser.

¿Necesitas más argumentos? Prueba con estos pasajes, a ver cómo te sientan:
Marcos 8:36 (No hay beneficio en ganarte el mundo si a cambio pierdes tu alma en el camino)
Marcos 4:14-20 (Cultiva el mundo cuidadosamente para que te dé frutos. Cuídate de las distracciones)

Mantenlo sencillo: comienza y termina con amor.
“Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley? Jesús le respondió: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo es semejante al primero: amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas” (Mateo 22:36-40).

¿Más?
Mateo 7:12 (Desempolva la Regla de Oro y practícala.)
Mateo 5:43-44 (Todos aman a sus amigos; no hay nada especial en eso. ¡Trata de amar y bendecir a tus enemigos!)

El servicio es el sendero hacia la grandeza
“Jesús los llamó y les dijo: ustedes saben que aquellos a quienes se considera gobernantes, dominan a las naciones como si fueran sus dueños, y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes” (Marcos 10:42-43).

¿Crees no estar a la altura del trabajo? Pide ayuda:
Lucas 11:9-10 (Pide y se te dará, busca y encontrarás, toca y la puerta se abrirá.)

Finalmente, para más inspiración, revisa los profetas bíblicos. Aquí hay un ejemplo de uno que sabía cómo reducir las cosas a lo esencial: “Se te ha indicado, hombre, qué es lo bueno y qué exige de ti el Señor: nada más que practicar la justicia, amar la fidelidad y caminar humildemente con tu Dios” (Miqueas 6:8).

Fuentes
La imitación de Cristo por Tomás de Kempis, ha sido fuente de inspiración para los cristianos durante siglos. Conoce más y consigue un ejemplar hoy.


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Santo Tomás de Aquino, ¿qué hizo, exactamente?

Por: Alice L. Camille 🕔 Wednesday 18, April 2012 Categorías: Church History,Doctrines & Beliefs
Thomas Aquinas
TOMÁS de Aquino, atribuido a Botticelli.

Casi es más fácil decir qué cosas no hizo. En apenas 49 años, este fraile dominico y Doctor de la Iglesia del siglo 13, se convirtió en el teólogo esencial de la iglesia. Que Tomás era brillante, está más allá de toda duda, pero es especialmente en sus últimos escritos donde revela una creciente y apasionada agudeza de visión que ha de haber templado el temprano intelectualismo de sus ideas –si tan sólo hubiera terminado su gran Suma Teológica. Sin embargo, la muerte no puso fin a este su inmenso proyecto; fue él mismo quien lo hizo.

Tomás tuvo la ventaja de estudiar bajo otro gran dominicano, San Alberto Magno, y estuvo fuertemente influenciado por gigantes de occidente como San Agustín y San Gregorio Magno. Pero también buscó explotar a los padres de la iglesia oriental por su sabiduría –de hecho, casi no hay una fuente de verdad que no le gustara. Tomás estudió y escribió comentarios sobre las escrituras durante toda su vida. También leyó libremente a eruditos cristianos, judíos, musulmanes y paganos, convencido de que no existía contradicción entre la verdad derivada de la razón y aquella derivada de la revelación. Tomás compuso la Catena Aurea para el papa Urbano IV, ligando los comentarios sobre las escrituras hechos por los padres de la iglesia griegos y latinos.

Sus compañeros frailes consideraban a Tomás, a la vez, un genio y un hombre amable y cálido. Era también devoto de la práctica de la contemplación, que fue lo que en realidad puso fin a sus escritos. Después de una intensa experiencia mística tres meses antes de su muerte, se sintió incapaz de continuar lo que ahora consideraba una inadecuada expresión sin esperanza del Dios que había experimentado en oración. En sus trabajos, Tomás había definido a Dios como Ser Puro: la verdadera esencia de la divinidad es este Ser. El mundo entero y todas sus creaturas fueron “hablados” y “amados” en una parte de esta existencia, lo que convierte “la amistad con Dios”, en el único propósito de la existencia humana.

Tomás abordó los misterios divinos con gran humildad. Él matizaba incluso sus más impactantes pronunciamientos teológicos para reflejar su naturaleza aproximada: “en algún grado”, “en cierta manera”, “como si fuera”. Él no aceptaba teología que rechazara el cuerpo o las emociones, encontrando que ambos son igualmente capaces de servir a Dios cuando están bien ordenados y disciplinados.

Sus mejores pensamientos sobre el pecado original, libre albedrío, el papel de la conciencia, la cooperación divino-humana, los beneficios fundamentales de una vida de virtud, la presencia interior del Espíritu Santo, y la naturaleza de la salvación en Cristo son básicos en la educación de cualquier escuela parroquial –ya sea que se reconozca “tomista” o no. No es sorpresa que haya sido canonizado a los 50 años siguientes a su muerte y nombrado patrono de todas las universidades católicas, así como el “Angélico” Doctor de la Iglesia.

Escrituras
Tobías 4:14b-19; Sabiduría 6:9-21; 7:7-30 y caps. 8 - 9; Eclesiástico 1:1-29; Proverbios 2:1-11; 3:13-24; 8:1-9:6

En línea
aquinasonline.com

Libros
Albert & Thomas: Selected Writings, translated, edited, and introduced by Simon Tugwell, O.P. (Paulist Press, 1988)
Thomas Aquinas: Spiritual Master by Robert Barron (Crossroad, 2008)


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¿Por qué el catolicismo americano comenzó en Baltimore?

Por: Alice L. Camille 🕔 Tuesday 03, April 2012 Categorías: Church History
Carroll
RETRATO del arzobispo John Carroll.
La respuesta es una persona: John Carroll. Los Carroll fueron la “Primera Familia” del Catolicismo Americano; llegaron a Maryland en 1688. El Nuevo Mundo no era hospitalario: los católicos estaban a sujetos al doble pago de impuestos, no tenían derecho al voto, a la libertad de culto, a ocupar cargos y a educar a sus hijos. Las misas se celebraban en privado, y los jesuitas enseñaban ilegalmente en escuelas clandestinas.

Los Carroll tenían dinero; adquirieron tierras e influencia, y mandaron a sus hijos a escuelas en el extranjero. Charles Carroll se convertiría en el único firmante católico de la Declaración de la Independencia. Él y su primo Daniel –quien sería uno de dos católicos entre los firmantes de la Constitución de Estados Unidos– se incorporaron a la política de Maryland después de estar activos en la nueva escena nacional. El hermano de Daniel, John, permaneció en Francia al finalizar su educación, tomando los votos como jesuita en 1771. Roma suprimió la orden jesuita en 1773. John Carroll regresó a su hogar en Maryland, donde le declaró a su madre: “La mayor gracia que, en mi estimación, yo podría recibir de Dios sería la muerte inmediata”.

A cambio, lo que obtuvo fue una diócesis. ¿Cómo? A través de los contactos familiares. John resultó útil en el Congreso Continental en 1776, donde trabó conocimiento con Benjamín Franklin –un hombre curioso de conocer por parte de quien pretendía anonimato. John también defendió su fe públicamente en los periódicos y publicó un folleto sobre sus compañeros católicos.

En 1783 organizó un encuentro de ex jesuitas en Maryland para solicitar la reinstalación de su superior, el padre John Lewis. La Santa Sede solicitó su opinión al más célebre americano, Franklin, quien recomendó a Carroll en cambio como “el Superior de la Misión en los trece Estados Unidos”. Para 1789, Baltimore, donde Carroll había vivido desde 1786, se convirtió en la primera diócesis de los Estados Unidos con Carroll ordenado como su primer obispo (aunque Carroll tuvo que viajar a Inglaterra para su ordenación, la cual se llevó a cabo el 15 de agosto de 1790, en la capilla de la familia Weld, en Lulworth Castle, Dorset).

Durante un episcopado de 25 años, Carroll logró milagros. Presionó para la creación del College Georgetown, abrió el primer seminario (el de St. Mary, en Baltimore), aprobó la fundación de las Hermanas de la Visitación, introdujo a los dominicanos, y animó a Elizabeth Seton para que las Hermanas Americanas de la Caridad comenzaran con la educación para niñas. Sin esperar respuesta de Roma, restauró a los jesuitas en América afiliándolos, a través de la influencia de Catalina la Grande, con los rusos, quienes habían evadido la supresión de la orden.

Carroll también impulsó el liderazgo laico instituyendo fideicomisos de propiedades de la iglesia. Él apoyó la misa en lengua vernácula, la separación de la Iglesia y el Estado, y el ecumenismo entre las denominaciones cristianas. Mientras tanto, su pequeña diócesis creció hasta incluir las Indias Occidentales y el Territorio de Luisiana. Para cuando Carroll murió, Baltimore se había convertido en una arquidiócesis que supervisaba las sedes de Filadelfia, Nueva York, Boston y Bardstown, Kentucky.

Escrituras
1 Timoteo 3:1-7; 4:12-16; 2 Timoteo 2:1-7; 4:1-5

En línea
History of the Roman Catholic Archdiocese of Baltimore

Libros
The American Catholic Experience: A History from Colonial Times to the Present by Jay P. Dolan. (University of Notre Dame Press, 1992)
Creative Fidelity: American Catholic Intellectual Traditions, ed. by R. Scott Appleby, Patricia Byrne, and William L. Portier (Orbis Books,


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¿Trabajan las comunidades religiosas por los derechos humanos?

Por: 🕔 Sunday 18, March 2012 Categorías:
San Martín de Porres
SAN MARTÍN de Porres.

Las comunidades religiosas de hombres y mujeres han trabajado sin descanso a través de los siglos en beneficio de los derechos humanos. Puede ser el monje que sirve en la portería del monasterio, y que alimenta a los pobres que tocan a su puerta. O la hermana graduada como abogada civil que lucha en Washington D.C, por justicia económica en beneficio de los pobres y vulnerables. Puede ser la monja en clausura que se ha dado a rezar sin cesar por aquellos que han quedado atrapados en el abuso de las drogas o en la violencia del narcotráfico. O posiblemente un misionero que ayuda a unos granjeros con asuntos referentes a derechos de la tierra y sustentabilidad.

Sin importar cómo vivan las comunidades religiosas o cuál sea su misión, cuidar a la gente vulnerable, que sufre o es pobre, es un aspecto significante de ser un hombre o mujer enraizados en el evangelio y en las enseñanzas sociales de la iglesia. Algunas comunidades pueden enfatizar más algún aspecto en particular de la justicia social –por ejemplo, instalar una red de alberges para personas sin hogar, o comedores gratuitos para pobres, o ayudar a aquellos esclavizados por el tráfico de personas.

Te animo a conozcas comunidades religiosas y a que veas cómo cada una de ellas está comprometida con los derechos humanos en maneras que se originan en su particular misión. Pregunta a una hermana, hermano o sacerdote en qué manera se han reflejado en su vida y su ministerio las palabras iniciales de la constitución pastoral Gaudium et Spes del Segundo Concilio del Vaticano: “Las alegrías y las esperanzas, las penas y las ansiedades de la gente de esta época, especialmente de aquellos que son pobres o están en alguna forma afligidos, esas son las alegrías y esperanzas, las penas y las ansiedades de los seguidores de Cristo”.

Date tiempo para hacerte esta misma pregunta. ¡Podrías encontrarte con que la manera en que te atrae servir y vivir el evangelio está en consonancia con la vida religiosa!


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¿Por qué no se canta la “Gloria” durante la Cuaresma?

Por: Alice L. Camille 🕔 Friday 02, March 2012 Categorías: Liturgy,Liturgy
Gloria


Empecemos con algunas reglas básicas de la liturgia establecidas por el Segundo Concilio del Vaticano en su Constitución de la Sagrada Liturgia. El propósito de la liturgia es servir a la necesidad de adorar a Dios en “plena, activa y consciente participación” (núm. 14). Por lo tanto, los rituales en la misa deben guardar una “noble simplicidad “que esté “dentro de los poderes de comprensión de la gente” (núm.34). El desarrollo del año litúrgico con sus festividades y estaciones procura realizar esta tarea, revelando “el misterio total de Cristo” desde la Encarnación hasta el Pentecostés a su debido tiempo (núm.102). La iglesia debe enfocarse particularmente hacia las festividades del Señor que apuntan a la salvación.

En otras palabras, un principio fundamental en el ritual es desplegar una escala de magnificencia tal, que les quede claro a los niños más pequeños lo que es realmente más importante dentro del espectro completo de los creencias de la iglesia. La Resurrección de Jesús en el misterio número uno a celebrar, por lo que es realzado con tres días de intensa liturgia (el Triduo), una semana completa de solemne conmemoración (la Semana Santa), precedida por 40 días de preparación en penitencia (la Cuaresma), sin olvidar cada celebración de la Eucaristía, por supuesto.

Junto con la oración, el ayuno y la limosna en preparación para la Pascua, la iglesia también “ayuna” de decir o cantar la palabra Aleluya (en algunas tradiciones incluso se ha "enterrado" la Aleluya" con gran pompa el domingo anterior al Miércoles de Ceniza y se la ha “resucitado” de nuevo en la Pascua), así como de cantar la Gloria. Como lo dijo un perceptivo ministro músico: La iglesia no canta estas grandes canciones durante la Cuaresma por la misma razón que la iglesia no canta Jesucristo ha resucitado hoy, sino hasta que llegamos a ese momento en la liturgia.

Así como la iglesia se abstiene de cantar la Gloria durante la Cuaresma, sucede durante el Adviento, que es otra gran estación de preparación para un gran misterio, el nacimiento de Jesús en Navidad. No cantamos villancicos navideños durante la Cuaresma (¡al menos no en la iglesia!), así como no cantamos la-madre-de-todos-los-villancicos, la canción de los ángeles, sino hasta entonces. Gloria in Excelsis Deo es la respuesta celestial al glorioso nacimiento de Jesús. Si los ángeles pueden aguardar hasta esa noche santa para cantarla, supongo que el resto de nosotros puede también.

La Gloria es un himno que no puede ser reemplazado por ningún otro durante la misa, como lo estipulan las normas del Misal Romano. Le agrega un “carácter celebratorio” a los Ritos Introductorios que resultan mejor expresados en canto que en recitación, caracter que se incrementa en compañía de un gran coro –remitiéndonos al momento de su debut. “El canto pertenece a los amantes”, como dijo alguna vez San Agustín. Añorar también pertenece a los amantes –por lo que a veces la iglesia reserva una canción hasta que llega su debido tiempo.

Escrituras
Lucas 2:14; Colosenses 3:16; Efesios 5:19; Hechos de los Apóstoles 2:46-47

En línea
Constitution on the Sacred Liturgy

Libros
At the Supper of the Lamb: A Pastoral and Theological Commentary on the Mass by Paul Turner (Liturgy Training Publications, 2011)
Days of the Lord: The Liturgical Year, Vol. 2: Lent (Liturgical Press, 1993)


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¿Pueden tener citas románticas las personas en discernimiento?

Por: 🕔 Friday 24, February 2012 Categorías:

Tener citas románticas mientras estás en discernimiento depende en gran medida de en qué momento del discernimiento te encuentras. Si estás viendo tu vida y tratando de encontrar cuál es el mejor camino que te ayude a ser plenamente quien tú eres, ¡entonces te animo a que explores las posibilidades! Ten citas románticas, visita comunidades religiosas, haz un año de servicio, trata de encontrar un nuevo trabajo, y ve hacia donde te sientas vivo(a).

Por supuesto, haz todo con responsabilidad. Sé honesto(a) con la persona con la que tienes citas y contigo mismo(a). Según vayas explorando, encontrarás que algunas de tus elecciones están más en sincronía con lo que tú quieres ser en el mundo y de qué manera sientes el llamado de Dios. Ese será el momento en que debas enfocarte en ti mismo(a) y en lo que buscas.

Si estás en el punto en tu vida donde has explorado varias opciones y estás listo(a) para comprometerte más en un camino y darte a ti mismo(a) a seguir a Dios de esa manera (ya sea en una relación o en un ministerio o en cualquier forma de vida) entonces tendrás que tomar importantes decisiones considerando las posibilidades que has estado explorando.

Convertirse en miembro de una comunidad religiosa, en un ermitaño o en un sacerdote no es algo pase por arte de magia el día que tú ingresas. Ocurre gradualmente porque ya empezaste a tomar decisiones en tu vida que están en consonancia con tu vida consagrada. No tienes citas románticas, no porque “se supone que no lo debes hacer durante el discernimiento”, sino porque no es ahí en donde sientes más vivo el llamado de Dios. Esto no significa que una relación sea buena o mala, solo que tú quieres, de todo corazón, seguir a Dios de otra manera.

Mis oraciones están con cada uno de ustedes que son llamados a encontrar su camino en medio de relaciones, compromisos y anhelos. Les recomiendo encarecidamente que se acerquen a un buen director(a) espiritual que los ayude a navegar por estas aguas, y que se mantengan fieles a sí mismos y a Dios.


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¿Por qué los católicos usan cenizas el Miércoles de Cenizas?

Por: Alice L. Camille 🕔 Tuesday 21, February 2012 Categorías: Liturgy
Ashes
Segundo de una serie sobre la Cuaresma. La primera vez que lo escuchas es desconcertante: “Señora (o señor), tiene algo sucio en la cara”. ¡Nadie quiere ser descuidado en cuestiones de higiene! Pero después de algunos años, usar cenizas en público durante el Miércoles de Cenizas parece algo casi natural. Ofrece oportunidades para atestiguar lo que crees mientras explicas que no es una mancha accidental lo que está en tu frente, sino una decisión deliberada: ser marcado(a) con el conocimiento de lo que realmente significa tu mortalidad.

Las cenizas son un antiguo símbolo de mortificación. Asociadas con frecuencia con el uso de arpillera –una tela áspera usada para fabricación de bolsas para semillas– cualquier ocasión que garantizara la expresión de pena, penitencia o súplica, podría involucrar cenizas esparcidas, o revolverse en ellas, o mancharse con ellas. Tal adorno invertido definía el espíritu humilde de quien lo usaba, y tanto hombres como mujeres podían usarlo en tiempos de auto sacrificio. Asimismo, rasurarse el cabello o la barba podía acompañar dichos gestos, al igual que el ayuno. ¡Alguien reluctante a ser señalado con cenizas una vez al año debería considerar las alternativas!

Los profetas recomendaban estas señales cuando la maldad de los tiempos así lo requería. Daniel mismo adoptó la oración, el ayuno, la arpillera y las cenizas durante el periodo del exilio de Israel. En los evangelios, Jesús reprende a las impenitentes ciudades judías comparándolas con ciudades paganas que mucho tiempo atrás deberían haberse puesto arpilleras y cenizas en vergüenza por crímenes semejantes. El mensaje es claro: un signo de penitencia visible y externo es un audaz primer paso en la real conversión del corazón humano

Así que los católicos comienzan la época anual de su arrepentimiento adoptando la marca de las cenizas. Y digo “comienzan”: 40 días de ayuno, oración y caridad deben continuar a partir de ese momento. Muchos han señalado que Jesús acusa a los fariseos de hipocresía cuando se ubican en las esquinas de las calles exhibiendo las señales de su ayuno para que todos las vean. En cambio, Jesús les aconseja a sus discípulos lavarse las caras y ungir sus cabezas mientras ayunan. Eso para evitar la tentación de ser vistos haciendo lo que es bueno –y ser recompensados en el acto con la buena opinión de los demás.

En un clima social impresionable por la apariencia de piedad, era mejor ocultar esas señales. Sin embargo, la cultura moderna está más encandilada por el brillo del glamour que por el rosario colgando de tu espejo retrovisor. El efecto de las cenizas nos sirve para acordarnos de que “polvo somos y en polvo nos convertiremos”. Con el recordatorio de la mortalidad pegado a nuestra frente cada minuto, es sabio hacer caso del llamado cada Miércoles de Ceniza de no malgastar ni un instante, sino “arrepentirnos, y recibir las Buenas Nuevas”.

Escrituras
Isaías 58:5-6; Jeremías 6:26; Ezequiel 27:30-31; Daniel 9:3; Mateo 11:21; 6:5-7, 16-18; 23:5; Lucas 10:13; también Génesis 3:19

En línea
St. Leo the Great on Lent, 5th century homily

Libros
Forty Days Plus Three: Daily Reflections for Lent and Holy Week by John J. McIlhon (Liturgical Press, 1989)
Days of the Lord: The Liturgical Year, Vol. 2: Lent (Liturgical Press, 1993)


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¿Cuál es el origen de la Cuaresma?

Por: Alice L. Camille 🕔 Thursday 02, February 2012 Categorías: Prayer and Spirituality,Doctrines & Beliefs
Cross
Primero de una serie sobre la Cuaresma. La celebración de la Cuaresma es una
tradición largamente establecida en la iglesia –y uso la palabra celebración deliberadamente. Los oradores de la liturgia se refieren a la Cuaresma como a “esta gozosa época”. Aunque el carácter de la estación es penitencial, el propósito de la Cuaresma es preparar nuestra disposición para la máxima festividad del año litúrgico, la siempre jubilosa Pascua. Con tal evento por anticipar, la Cuaresma difícilmente puede considerarse un tiempo de aflicción.

Entonces, ¿cuál es el origen de la Cuaresma? Comencemos diciendo que el Cristianismo abraza una creencia clave: la resurrección de Jesucristo. Este artículo central de fe determina todo lo que hacemos como cristianos, cómo vivimos y morimos, y ciertamente cómo expresamos nuestra fe en el culto. La Pascua es, por lo tanto, el principal día de regocijo. Cada domingo se considera como una “pequeña Pascua”, una conmemoración de cómo Jesús triunfó sobre el pecado y la muerte eterna a través del poder de Dios, por el bien de la emancipación de la humanidad de ese antiguo malvado par (pecado y muerte eterna) que la ataban. El año litúrgico en su totalidad gira sobre el eje de la fe en la Pascua.

Durante los primeros tres siglos, los cristianos se preparaban para esta madre-de-todas-las-festividades ayunando –de dos días a una semana, dependiendo de la costumbre local. En Roma, el “ayuno pascual” podía durar hasta tres semanas. Este prolongado ayuno estaba ligado a la preparación de nuevos miembros para el bautizo durante la Vigilia Pascual.

Hacia el siglo cuatro, un periodo completo de 40 días era observado, imitando los 40 días de ayuno de Jesús en el desierto antes de emprender su gran misión. El ayuno y la oración eran componentes naturales del periodo porque fue así como Jesucristo se preparó. La limosna se agregó a las prácticas de la Cuaresma puesto que también era una manera tradicional de sacrificio a Dios, tras la pecaminosidad. Seguir un calendario de festividades y épocas basadas en la propia fe es una idea enraizada en el Judaísmo. La Ley de Moisés estableció periodos anuales fijos para recordar las acciones salvadoras de Dios, centrándose en la conmemoración de la Pascua judía. Un calendario litúrgico le permitía a Israel practicar el agradecimiento, arrepentimiento y conversión, en concordancia con las estaciones de la naturaleza, las lluvias y las cosechas. Un ciclo de liturgia también proveía una manera de instruir a las nuevas generaciones sobre la fe en los rituales y la tradición oral.

La Pascua cristiana fue establecida por el Concilio de Nicea en 325 para coincidir con la primera luna llena después del equinoccio vernal. Esto convierte a la Pascua en la “primavera” anual de la fe.

Escrituras
Marcos 1:12-13; Mateo 4:1-2; Lucas 4:1-3; Levítico 23

En línea
“Grave matters: Take away the Resurrection and the center of Christianity collapses,” article by N. T. Wright 
• For fun: Wiki article on computus,” the complicated story of calculating the date of Easter

Libros
Embracing the Sacred Seasons of Lent and Easter: Daily Reflections and Prayers by Janis Yaekel (Twenty-Third Publications, 2005)
Living Liturgy: Spirituality, Celebration, and Catechesis for Sundays and Solemnities (Liturgical Press)


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¿Por qué es tan importante el Concilio de Trento?

Por: Alice L. Camille 🕔 Tuesday 17, January 2012 Categorías: Church History

Aunque ha habido 21 “concilios ecuménicos” convocados hasta hoy en la historia de la iglesia, el de Trento (número 19), es el que ha tenido mayor impacto en varias formas. Para comenzar, es el que ha durado más, de 1545-1563. Duró a través del mandato de cinco papas: Paulo III, Julio III, Marcelo II, Paulo IV y Pío IV, y de dos emperadores (Carlos V y Fernando I). Este concilio comprendió 25 sesiones, emitió más reformas y decretos del dogma que ninguno anterior, y trazó la línea que seguiría la iglesia en los 400 años posteriores.

Usualmente, un concilio ecuménico involucra a obispos y otros asambleístas que representan a las iglesias de todo el mundo, por lo que no se puede emprender a la ligera o con frecuencia. Aunque siguieron otros dos concilios a raíz del de Trento, el de Vaticano I (1869-1870) duró menos de un año y nunca fue clausurado formalmente debido a un brote bélico. El más conocido Vaticano II (1962-1965) es el único concilio desde Trento que ha tenido un impacto significativo en la dirección de la iglesia.

Trent
UNA SESIÓN en el Concilio de Trento.

¿Por qué Trento tuvo tal impacto? Fue una oportuna respuesta a los retos derivados de la Reforma y
dio origen al movimiento conocido como Contrarreforma. Se reexaminaron la naturaleza
de la fe, la gracia, los sacramentos, el poder del papado y la educación del clero.

Pero el concilio también tuvo un escenario dramático: una histórica convocatoria masiva, aplazada varias veces debido a líos tanto internos como externos. Paulo III lo convocó, esperando poder responder a la Reforma de Lutero en cuestión de meses. A él se debe el mayor progreso de los 18 años en los primeros dos, al afirmar una “veneración equivalente” a las escrituras y a la tradición –contrario a la posición de Lutero de solo reverenciar las escrituras, y responder a las enseñanzas luteranas de la “justificación por la fe”. Paulo III también supervisó enseñanzas en la eficaz naturaleza de los sacramentos y la afirmación de siete de ellos –contrastando con la adherencia luterana a dos. El resto de la agenda se la dejó a sus sucesores.

Julio III contribuyó al afirmar otras enseñanzas en los sacramentos, especialmente la Real Presencia de Cristo en la Eucaristía, en oposición al enfoque puramente simbólico de los reformistas Zwinglio y Calvino. Marcelo II demostró gran compromiso pero falleció 20 días después de haber tomado el cargo. Paulo IV no tuvo ningún interés en mantener el concilio, y sostuvo lo que ha sido calificado como “irreales” puntos de vista de autoridad papal; él fue el primero en emitir el Índice de libros prohibidos—tan extenso que sacudió incluso a sus propios seguidores. Pío IV volvió a convocar el concilio frente a nuevas amenazas por parte del Calvinismo. Él definió la naturaleza del carácter indeleble de la ordenación y la sacramentalidad del matrimonio, y clausuró exitosamente el concilio. Frente a la marea de cambio en el mundo cristiano, la autocomprensión católica ha sido expresada en formas que han probado su durabilidad.

Escrituras
• Predecesor de los concilios: Hechos 15, el “Concilio de Jerusalén”

En línea
Texts of the documents of the Council of Trent

Libros
The General Councils: A History of the Twenty-One Church Councils from Nicaea to Vatican II by Christopher M. Bellitto (Paulist Press, 2002)
The Ecumenical Councils of the Catholic Church: A History by Joseph F. Kelley (Liturgical Press, 2009)


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