Christ the King
Mientras Cristo reine, los príncipes del mundo no tienen asegurada más que una temporada de poder.

La respuesta corta es el Papa Pío XI en 1925. La respuesta larga se refiere a por qué lo hizo. Ayuda el conocer la situación de su tiempo. Antes de que Italia se convirtiera en una nación soberana a fines del siglo XIX, los papas habían gobernado territorios geográficos reales durante siglos. Los estados papales se borraron permanentemente con la caída de Roma en 1870, dejando al papa Pío IX prisionero del Vaticano. Cuatro papas más tarde, la llamada "Cuestión romana" todavía estaba sin resolver. ¿Qué territorio tangible, si lo había, podría reclamar la Iglesia romana?

En el momento de la elección de Pío XI, Mussolini estaba en el poder. El nuevo papa sorprendió al mundo al emerger en el balcón de San Pedro para ofrecer su primera bendición urbi et orbi: "a la iglesia y al mundo". Ningún papa había hecho esto desde 1870. Señaló la voluntad de su papado de participar como una fuerza en los asuntos mundiales. Pío XI estaba convencido de que la iglesia tenía que poseer un poder temporal claramente definido para operar con eficacia.

Las negociaciones con el gobierno de Mussolini se llevaron a cabo en canales posteriores, dando como resultado los Pactos de Letrán de 1929. Estos definieron la independencia de la Santa Sede de Italia creando el pequeño estado de la Ciudad del Vaticano como una entidad política. Los pactos incluían una pequeña concesión financiera del gobierno italiano por la pérdida de los estados papales. Definió las relaciones entre la Ciudad del Vaticano e Italia para el futuro.

Mussolini había imaginado que los acuerdos lo dejaban con ventaja sobre una iglesia subordinada a la que le había arrojado un hueso modesto. Cuando Pío más tarde atacó el fascismo en una audaz encíclica, Mussolini se sorprendido. Que un clérigo bibliotecario convertido en papa pudiera ser una fuerza pública a tener en cuenta, no estaba incluido en los planes del dictador. Él debió haber prestado más atención a la bendición de Pío a urbe et orbi. Y a la institución de la fiesta de Cristo Rey en los inicios de su papado.

Proclamar a Cristo como Rey fue, para el Papa Pío XI, una aclaración de la relación entre la iglesia y los asuntos temporales. Aunque hombres como Mussolini, Stalin y Hitler ascendieron a puestos de dominación mundana en la generación de Pío, el trono de Cristo superaba su alcance. Mientras Cristo reine, los príncipes del mundo no tienen asegurada más que una temporada de poder. Nosotros como iglesia continuamos afirmando esta verdad el último domingo de cada año de la iglesia.

Escrituras: Salmos 93, 95-99; Isaías 9:5-6; 43:15; Sofonías 3:15; Mateo 2:1-6; 4:17; 27:37; Lucas 23:42; Juan 18:33-37; Timoteo 4:1; 2 Pedro 1:11; Apocalipsis 1:5

Libros: The Liturgical Year, Vol. 3: Sundays Two to Thirty-Four in Ordinary Time, Adrien Nocent (Liturgical Press, 2013)

The Popes: Histories and Secrets, by Claudio Rendina (Seven Locks Press, 2002)


Reprinted with permission from PrepareTheWord.com. ©TrueQuest Communications.

| ➕ | ➕

More questions...and responses

Site:  0 comments  -  Add your own comment  -  Follow my posts  -  Permalink Tags: powerauthorityking
Facebook:
Comments  

0 Site Comments

Facebook Comments

SOCIALIZE

Follow Us

CALENDAR

Click on a date below to see the vocation events happening that day!