Lo que hay que saber para llegar a ser monja
Cada año ingresan mujeres en diversas comunidades religiosas de Estados Unidos. (Foto: Karolina Grabowska, Unsplash)
ES IMPORTANTE saber que las monjas varían bastante entre una persona y otra y entre una comunidad y otra. De hecho, técnicamente, “monja” se refiere a las contemplativas de clausura, que se describen más adelante. “Hermana” es técnicamente el término para las religiosas que puedes haber conocido— aquellas que sirven en el mundo ejerciendo una amplia variedad de ministerios.
He aquí cuatro formas principales en que las mujeres viven como monjas (usando la palabra en su sentido popular). Ten en cuenta que este modo de vida existe desde hace siglos y sigue evolucionando, por lo que estas categorías pueden ser un poco flexibles.
1. Apostólicas. Son las hermanas Católicas que sirven en parroquias, escuelas, servicios sociales y muchos otros lugares. Están llamadas a una vida de servicio, vida comunitaria y oración.
2. Monásticas. La tradición monástica se sitúa entre la vida apostólica y la vida de clausura. Las monjas valoran mucho la oración comunitaria y la convivencia. Muchas monjas ejercen su ministerio fuera de la comunidad.
3. Contemplativas de clausura. Las monjas de estas comunidades viven separadas del resto del mundo para estar más centradas en la oración. Se reúnen varias veces al día para celebrar Misa y una tradición de oración conocida como Liturgia de las Horas. También trabajan in situ parte del día para ayudar a la comunidad.
4. Misioneras. Las hermanas que pertenecen a una comunidad misionera difunden el Evangelio y la Buena Nueva a los pobres en otros países o en zonas de su propio país donde la Iglesia aún no está presente de forma sólida.
Votos
Las hermanas y monjas Católicas suelen hacer tres votos: pobreza, castidad y obediencia. (Algunas comunidades hacen un voto adicional.) Se han escrito libros enteros—y varios artículos de VISIÓN— sobre el significado de cada uno de estos votos, pero, brevemente:
Pobreza Un estilo de vida sencillo con todas las pertenencias en común.
Castidad en celibato Vivir una vida de soltero casto para apegarse intensamente a Dios y al servicio.
Obediencia Las decisiones no se toman en solitario, sino de acuerdo con la comunidad y sus autoridades.
Las monjas no hacen directamente estos votos. Los hacen temporalmente durante varios años y luego hacen votos definitivos para toda la vida.
Vida sencilla
Todas las monjas se comprometen a vivir con sencillez y a dar testimonio de Dios. Algunas lo hacen vistiendo un hábito con velo. Les gusta la “marca” instantánea como persona comprometida con Dios y la libertad de no depender de la moda. Otras monjas llevan ropa de calle para seguir los deseos de su fundador de vestir como la gente común; para ellas, un hábito puede crear barreras. Con hábito o sin él, muchas hermanas llevan una cruz comunitaria o un pin. La gran variedad de vestimentas refleja las muy distintas maneras de vivir una vocación a la vida religiosa.
Proceso de ingreso
Convertirse en monja es un proceso deliberado y lento, diseñado para ayudar tanto a la persona como a la comunidad a tomar decisiones que permitan mejorar la vida. He aquí un detalle de cada paso.
1. Contacto. Este paso informal es exactamente lo que parece. Te pones en contacto con una comunidad y empiezas a hablar con un director de vocaciones o un representante de la comunidad sobre los talentos, intereses, espiritualidad y sueños que Dios te ha dado. Este paso no tiene una duración determinada.
2. Candidata o postulante. Este paso más formal lleva el proceso de discernimiento a un nivel superior. Los horarios de las reuniones pueden ser más regulares; pasarás tiempo interactuando con la comunidad en diferentes entornos. Esto te permite observar y participar en la vida religiosa. Mientras tanto, la comunidad puede ver si su forma de vida parece adecuada para ti y viceversa. Esta etapa dura de uno a dos años.
3. Novicia. Este paso formal es exigido por la Iglesia Católica. Dura de uno a dos años e implica el estudio de la historia y la espiritualidad de la comunidad y tiempo para una oración más intensiva y la inmersión en la comunidad. Al final del noviciado se toman los votos temporales.
4. Votos. Después del noviciado, puedes continuar tu educación o comenzar tu ministerio (o incluso hacer ambas cosas). Harás votos de uno a tres años de duración, que pueden renovarse hasta nueve años, para culminar con los votos solemnes perpetuos finales.
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Las mujeres eligen esta vida
Cada año ingresan mujeres en comunidades religiosas de Estados Unidos y en todo el mundo. Estas mujeres se sienten atraídas por la oración, la vida comunitaria, la espiritualidad y los ministerios de la comunidad religiosa que han elegido. Los estudios también muestran que estas nuevas integrantes ven con esperanza la idea de mantener las tradiciones de sus comunidades en el futuro.
Conoce algunas monjas
No hay nada como conocer monjas en la vida real. Te harás una idea de quiénes son, lo que hacen y si te sientes atraída a su mundo. Puedes empezar por asistir a Misa en su capilla o asistir a algún encuentro que auspicien.
“Valientes y Fieles: Conoce a las Religiosas de Hoy”, un sitio web específico desarrollado por la Conferencia Nacional de Vocaciones Religiosas y otras organizaciones vocacionales nacionales, contiene información detallada sobre la vida religiosa. Incluye un mapa interactivo que te permite encontrar hermanas en tu zona.
Lo que te conviene
VISIÓN tiene muchos artículos y recursos para guiarte a través del hermoso y audaz interrogante de la vocación que Dios te ha dado (ver el recuadro). El discernimiento vocacional es una búsqueda de por vida para conocer mejor a Dios y a ti mismo. Comprométete con la oración y la reflexión para hacerlo bien. Busca consejos sabios, porque es un viaje que debe compartirse. Si te preguntas cómo se concilia el ser monja con tu familia, debes saber que ésta ha sido siempre una preocupación común.
Como cualquier padre amoroso, Dios quiere lo mejor para ti. El difunto poeta y ministro Frederick Buechner lo expresó muy bien cuando llamó a la vocación “el lugar donde tu profunda alegría se encuentra con el profundo hambre del mundo.”
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