Discernimiento en el desierto

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woman gazing at Mount Nebo

Imagen: El Monte Nebo, donde Moisés contempló la Tierra Prometida antes de morir.


Mi viaje a la tierra desértica de la Biblia comenzó en Toronto, Canadá. Estaba asistiendo a la conferencia de la Associated Church Press en un frío, lluvioso abril. En un evento vespertino de networking, una profusión de tela a cuadros rojos y blancos llamó mi atención. Una mujer estaba adornando a los asistentes con bufandas coloridas y me uní al grupo cada vez mayor a su alrededor.

"Se llama kufiyya", dijo ella, una bufanda tejida usada por los árabes como tocado, pero algunos también la llevan alrededor del cuello. Ella estaba regalándolas a todos y mostrándoles cómo envolverlas correctamente.

The author at the chapel at the Baptism site of Jesus.
La autora en la capilla en el lugar del bautismo de Jesús al lado del río Jordán.

Su nombre era Christine y era consultora de la Junta de Turismo de Jordania. Ella asistió a la conferencia para alentar a los medios de comunicación religiosos a visitar este país que figura de manera tan significativa tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.

Antes de ese momento, nunca me había pasado por la cabeza ir a Jordania. Nunca había pensado en ella como parte de la Tierra Santa. Pero Jordania es el desierto literal al que se hace referencia a lo largo de las Escrituras donde se produjeron tantas pruebas y transiciones. Jordania era un lugar de retiro y revelación para israelitas, judíos y primeros cristianos. Nuestra historia de la salvación comienza con un Éxodo en el desierto, continúa con las andanzas de Juan el Bautista en el desierto y culmina con las tentaciones en el desierto y enseñanzas de Jesús. Como una laica que escribe sobre la vocación, me sentí instada a explorar de primera mano cómo el desierto se relaciona con el discernimiento.

Si tu viaje espiritual te ha llevado a algún lugar árido, estás en buena compañía.

The Jordan River at Bethany Beyond the Jordan, where John the Baptist baptized Jesus.
El río Jordán en Betania de Transjordania, donde Juan el Bautista bautizó a Jesús.

Pocos meses después de la conferencia, Christine organizó un viaje de prensa específicamente para escritores católicos y me invitó. Voy a admitir que sentía un poco de miedo de ir a un lugar tan desconocido. Pero ese toque de miedo también me ayudó a decidirme a ir. Todos los viajes espirituales comienzan de esa manera, con miedo a lo desconocido. Tal vez eso es lo que incluso nos empuja a ir en primer lugar: hay algo incierto dentro de nosotros, una pregunta que exige una respuesta, una agitación que nos mueve hacia adelante.

Piérdete

Una de las mejores partes de este increíble viaje incluyó una visita a Wadi Rum, un desértico valle rojo aparentemente interminable y misteriosamente silencioso de piedra arenisca y granito. Fue el territorio de Lawrence de Arabia y el lugar de rodaje de El marciano, una reciente película de Matt Damon. Es uno de los lugares más inquietantemente bellos en los que he estado.

Uno de mis compañeros de viaje era Ed Langlois, reportero del Catholic Sentinel, de un lugar muy diferente de Wadi Rum ‒la tierra húmeda, verde y suave de Portland, Oregon. Ed reflexionó acerca de cómo el paisaje del desierto, humilde en su crudeza, debió haber formado a su gente en la comprensión de Dios. Su Dios tenía que ser fuerte y estar muy definitivamente de su lado si iban a sobrevivir.

Mientras estuvimos en Wadi Rum, nuestro grupo era cuidado por los beduinos, las tribus nómadas que viven allí, y de hecho se encargaron lujosamente de transportarnos, alimentarnos y cobijarnos. Fue muy buena cosa, porque yo estaba muy consciente de que no habría durado un día en este desierto sin ellos y su sabiduría ‒una experiencia de ser vulnerables a aquellos, o a Aquél, que cuidarían de mí.

No importa qué tan aislado te puedas sentir, nunca estarás solo. No importa qué tan perdido, Dios te guiará.


Jordan was called Peraea, which means simply “the land beyond.”
En el Nuevo Testamento, Jordania se llamaba Perea, que significa simplemente "la tierra más allá".

Recta final

Vislumbré la Tierra Prometida desde el mismo sitio en que lo hizo Moisés, desde la cima del Monte Nebo, y como Moisés, no entré en ella. No he estado en Israel y espero ir algún día, y ahora estoy feliz de haber ido a Jordania en primer lugar. Fue una oportunidad para reflexionar sobre la necesidad de prepararse antes de alcanzar un destino; que es absolutamente esencial pasar un período en el desierto ‒literal o metafóricamente hablando‒ y ser probado, para descubrir si una vocación, una misión, una identidad es para ti.

Wadi Rum, Jordan.
Wadi Rum, Jordania. Mientras estuvimos en este aparentemente interminable desértico valle, nuestro grupo estuvo al cuidado de los beduinos, las tribus nómadas que viven allí.

La caminata de Moisés desde Egipto a la Tierra Prometida terminó en lo que entonces se llamaban las Llanuras de Moab, el hogar de los amonitas. Incluía las tierras al este del río Jordán y a lo largo del Mar Muerto en la parte occidental de la actual Jordania. Los israelitas, tan cerca de su destino final, acamparon en una pequeña zona exuberante, al nordeste del Monte Nebo.

Hay consuelo en saber que los senderos de vagabundeo no duran para siempre; Dios tiene una meta final en mente para cada uno. Él mantiene sus promesas y trae a su pueblo a casa al final.

Dios le dijo a Moisés que no cruzaría el Jordán con su pueblo y le ordenó ir a la cima del Monte Nebo ‒que domina el Mar Muerto, el valle del río Jordán y Jericó‒ para ver la tierra de Israel (en la actualidad, en un día claro, Jerusalén es visible desde el promontorio del Monte Nebo.) Después de la muerte de Moisés, Josué guio a los israelitas a través del Jordán y en la Tierra Prometida. El punto de cruce está justo enfrente de Jericó en un lugar conocido como Bethabara.

En algún momento en un viaje, te das cuenta de que a pesar de la importancia de los líderes, mentores y guías, no tienes forzosamente que depender de ellos. Tú ganas la sabiduría y la experiencia para hacerlo por tu cuenta el resto del camino.

Jordan was a place of transition and retreat for the Israelites, Jews, and early Christians.
Jordania era un lugar de transición y refugio para los israelitas, judíos y los primeros cristianos.

Siguiente paso

En Bethabara, cerca de 420 metros bajo el nivel del mar, el lugar más bajo en la tierra, en el mismo lugar en que Josué condujo a los israelitas a la Tierra Prometida, los cielos se abrieron para el profeta Elías, que ascendió de ellos en un carro de fuego, a tiro de piedra donde Cristo sería bautizado un día, y de nuevo con motivo de este Bautismo, cuando el Espíritu Santo descendió en forma de paloma y Dios habló a su amados.

En este lugar, donde vivió Juan el Bautista, llevó a cabo su ministerio y bautizó a Jesús, no hay un respiro idílico. También se le llama, entonces y ahora, Betania de Transjordania, que es una caliente y polvorienta llanura bajo un sol implacable, un inhóspito desierto de cañas enredadas y rocas, con enjambres de moscas. Es apropiado que sea físicamente desagradable, porque las transiciones espirituales de gran magnitud necesitan firmeza inflexible y fortaleza.

"La vida comienza donde termina tu zona de confort", dice el dicho popular. Si alguien vivió ese adagio, fueron Moisés, Juan el Bautista y Jesús, y ellos nos desafían a todos a hacer lo mismo.

En el Nuevo Testamento, Jordania se llamaba Perea, lo que significa simplemente "la tierra más allá". Los actores clave en la misión de salvación estaban dispuestos a soportar privaciones y sacrificios para llegar hasta el final por el amor de Dios. ¿Lo estás tú?

The Jordan River at Bethany Beyond the Jordan
El río Jordán en Betania más allá del Jordán, donde vivió Juan Bautista, no es un idílico respiro.

Crecer con Dios

A veces volver de un retiro y ajustarse de nuevo al mundo ordinario puede resultar incómodo, incluso un poco como un desierto en sí mismo. Eso tiene mucho sentido ya que podríamos no ser la misma persona que éramos antes y podríamos estar yendo en una nueva dirección. Hemos sido desafiados a traer nuestras experiencias del desierto a dar fruto en nuestra vida cotidiana.

Afortunadamente después de estar con Dios sin distracciones por un buen largo tiempo, pude discernir la llamada de Dios con más claridad. Para mí, eso significaba tomar pluma y papel y comprometerme con una vocación más profunda y renovada a la escritura. Encontré una fuente de inspiración y visión en el desierto, y pronto me encontré con más, más cerca de casa, en palabras de la autora Alice Camille, escritas en Prepare the Word:

"De acuerdo con la Biblia, esto es lo que Dios ve en cada desierto: no un erial vacío, sino un lugar para que las flores florezcan. No un estéril desierto, sino tierra esperando la lluvia. Es un espacio tranquilo para que los discípulos cansados tomen un descanso; para alimentar multitudes hambrientas. El desierto es donde el agua puede brotar de entre las rocas o el pan podría caer desde el cielo. La carne puede ser suministrada por una parvada de codornices pasando. Para Dios, el desierto es un lienzo en blanco en donde pintar un hermoso futuro".

¿Qué hermoso futuro ves que emerge de tus vagabundeos por el desierto?

Jordan is the literal wilderness referenced in the Bible
Jordania es el literal desierto al que se hace referencia en la Biblia donde se produjeron tantas pruebas y transiciones.

Artículo relacionado: vocationnetwork.org, “¿Cómo saber hacia dónde te está guiando Dios?”, Vision 2005.

Jennifer Tomshack author photo
Jennifer Tomshack es directora editorial de TrueQuest Communications, editora de la Guía Vocacional VISION.

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