Una búsqueda providencial en Google: Hermana Christina Cńe Chavez, C.D.P.

(JC Photography)

Cuando estabas creciendo, ¿cuál era tu sueño para tu vida?

¡La vida religiosa nunca se me pasó por la mente! Como excelente alumna que amaba la ciencia en mi escuela secundaria, lo único que yo quería hacer era llegar a ser médica para ayudar a la gente. Así que fui a la universidad con estudios superiores pre-médicos en biología y secundarios en química.

¿Cuál ha sido tu experiencia más emocionante como hermana?

En este momento me emociono cuando puedo tener un real encuentro personal con alguien que no entiende por qué las personas eligen ser cristianas. Esas conversaciones me mantienen entusiasmada para aprender más acerca de mi propia fe.

¿Qué es lo mejor de vivir en comunidad?

Hay una fuente inagotable de sabiduría a la que tengo el privilegio de acceder. También ha aumentado realmente mi confianza en mí misma el vivir entre mujeres con el mismo espíritu misionero que yo había sentido pero todavía no sabía qué hacer con él.

¿Tienes un santo favorito?

He amado a San Francisco de Asís desde que era una niña pequeña y me enteré de su conversión radical. Amo a Santa Teresa de Ávila, también. Es una mujer impactante.

Cuéntanos algo sorprendente sobre ti.

Me estoy esforzando por ser políglota. Actualmente soy bilingüe en inglés y español y estoy aprendiendo francés y chino mandarín. Además espero retomar nuevamente mis lecciones de alemán. ¡Pero la lista de idiomas que quiero aprender no termina allí!

¿Tienes algún consejo para quienes están considerando la vida religiosa?

Quiero que la gente sepa que realmente es una opción decir que sí a una vocación. El convento no es un lugar para ir si no puedes encontrar un novio o no puedes encontrar un trabajo. Yo pensaba que tenía mi vida planificada, y tuve dos noviazgos largos en el pasado. Sin embargo no sentí que nada fuese tan importante como servir a Dios de esta manera.